En la sala de velación: Septiembre

Translated from the Spanish

Barrí toda mi casa, y la encontré otra. En los rincones había otros más pequeños que la máscara de polvo de la percepción nublaba. La mesa se convirtió en espejo.

Las ventanas de mi sentido están abiertas y pasa la voz de las piedras que hace sonar descalza la corriente. Se hace manifiesta mi existencia, y hervir agua hoy, desnudo, es lo mejor que pudo haber pasado. Entonces el ruido de un motor colorea el horizonte y recuerdo que no estoy tan lejos del imperio nocivo y su industria [de]capitalista.

Desde hace un par de meses averiguo una estructura de seda construida a lo ancho de una esquina. Aunque me fijé en cada pasadizo, no he tenido el placer de conocer a la creadora. Antier soñé que clavaba sus quelíceros en mi entrepierna, paralizando al instante mi corazón. Sin pulso ya, sin miedo y con todavía la araña colgada del muslo—como predijiste—, salía de las cobijas para caminar por una ciudad en ruinas, donde no había casas ni edificios, solamente restos de avenidas e intactos espectaculares anunciando todo tipo de productos. Al percatarme de que vestía un mameluco, desperté.

Arañas que comen su propia seda como sustituto alimenticio pues tiene una base prote(i)(í)(n)(i)ca. La ingeniería de tejidos estudia las telas en busca de soluciones regenerativas. La humanidad no escatima en cuanto a potenciar su estadía y creo que arrasará con todo a su paso para prolongarla. De susto a permanecer te escribo, atrapada en la seda comestible que ha tramado el engranaje. Me resisto. Bato las alas y zumbo en desespero: me sofoca más la tela y más me atrapa. Tampoco es opción quedarse quieta. ¿Cómo permanecer en guerra sin perder la ternura?

No creas que no te escucho roncar desde aquí.

Source: Poetry (June 2025)